FeaturedPara perder el tiempo

MiniCuentos: Bodas. Por Vanela

Se disponía a decir “Vengo de parte de Fulano”, pero vio una cara de tan pocos amigos que, antes de tomar asiento, se incorporó, se puso el sombrero y dijo, dando la espalda:
—Me voy de parte de Fulano.

Jules Renard, Journal. Entrada por Salida.

Del libro Cuentos breves y extraordinarios, Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares.

El tamaño, la brevedad de su contenido, multiplicidad de visiones y la gran riqueza. Son las principales características de esta corta narrativa.

Ésta vez será algo diferente. Las letras, la escritura, la literatura, los libros y las palabras, siempre han sido mi pasión; por eso, la intención de esta pequeña sección. Colaborar y dar un aire distinto a Colission, algo nuevo y que aporte nuevas opiniones e ideas.

Así que, ¡comencemos!

Último suspiro

Antes de morir, Carlos le pidió matrimonio a Mariana. Ella respondió un emotivo -No, yo amo a Adolfo-

Y Carlos dió un último suspiro.

Lugar ocupado

La vio desde la entrada. Aquella chica de ojos cafés, piel morena, pronunciadas caderas y cabello miel. Aquella chica que ocupaba su lugar en el altar.

Gajes del oficio

Michelle ha ayudado a miles de novias; vestidos, tocados, velos, zapatillas, inclusive fiesta, iglesia, arreglos. Ella lleva 30 años siendo una experta en bodas. Y a su vez 30 años de triste soltería.

Como una princesa

-Una tiara, quiero que se sienta como toda una princesa- Exclamó Fer mientras contaba las piedras que adornaban aquel accesorio. El día tan esperado llegó. ‘Los declaro marido y mujer’ pronunció el padre; un disparo se escuchó.

Acto seguido el velo se tiñó de rojo carmín y la tiara rodó por el pasillo.

Siempre

Habían pasado ya cincuenta años de su boda. El vestido blanco intacto en el clóset junto al esmokin y su moño. Así como ellos, siempre juntos.

Odio

Ni cinco capas de rímel y un hermoso velo blanco pudieron ocultar el odio que tenía hacia Alberto, su prometido.

Día de felicidad

De esas veces que te miras al espejo y de tu rostro emana una lágrima. De esas veces como hoy: mi boda.

Y vivieron felices

Después de cinco años de felíz noviazgo decidieron casarse. Y vivieron felices.

Después de cinco años de terrible matrimonio decidieron divorciarse. Ahora sí vivieron felices.

Desde el interior de la iglesia

Primer acto: Con un labial rosa en los labios y un ramo blanco en las manos, Miréia dijo ‘Sí acepto’ derramando una lágrima de felicidad.

Segundo acto: Se escuchó un grave y fuerte ‘Yo no’.

Jamás, nunca

Los violines se callaron después de dos horas de estar esperando al novio; que jamás llegó.

Foto tomada de Flickr, del perfil de Yoselin, bajo licencia CC.

Prev Next
5 Comments

Deja un comentario