La palabra fracaso es una de las más difíciles de decir y de las que más miedo nos da enfrentarnos, pero las cosas hay que llamarlas por lo que son. México vivió un verano de fracasos, porque no lograr tus objetivos es fracasar. Pero hay que recordar que de cada fracaso se pueden construir cosas increíbles y creo que es lo mejor que le pudo haber pasado a la Selección Nacional.
A un poco menos de un año para el Mundial de Rusia 2018, vivir este tipo de experiencias pueden ser grandes detonantes para plantearse mejor las cosas para el futuro. En la Copa Confederaciones hubo momentos que se tienen que vivir en algún punto para entender que las cosas no siempre saldrán de acuerdo a lo planeado. Y la cereza del pastel fue no llegar a la final de la Copa Oro, este fuerte golpe es en el momento perfecto para despertar de ese sueño que tal vez ya lo veíamos como realidad y por ende, estábamos dejando de hacer las cosas para lograrlo.
Después de este verano yo tengo fe que será una de las mejores participaciones de la selección, siempre y cuando exista una verdadera autocrítica por parte de todos. Porque el que no se estén dando los resultados incumbe a cada una de las personas que formamos parte de este deporte. Es momento de que Osorio y su cuerpo técnico se replanteen muchas cosas y que sean capaces de aceptar que se equivocaron en ciertas ocasiones. Es momento de que cada jugador que fue convocado y los que no lo fueron tomen parte de su responsabilidad y hagan un verdadero análisis de su participación, que sean conscientes y realistas de lo que hicieron y dejaron de hacer. Es momento que la Federación habrá los ojos y vea que las decisiones que se están tomando en el fútbol mexicano están afectando directamente a la Selección y que también vean que pueden matar a la gallina de oro que representa México. Es momento que los medios de comunicación empiecen a informar de manera correcta y dejen de fomentar el odio hacia cualquier persona, que se den cuenta que ellos no son lo más importante en este deporte. Es momento que como aficionados tomemos nuestro papel y exijamos siempre desde el respeto, que apoyemos en los peores momentos y que dejemos de hacer cosas que afecten directamente al equipo.
Si todos ponemos de nuestra parte, no dudo que se puedan dar grandes cambios y resultados.
Foto tomada de Twitter.
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