Este no será un post sobre la historia de la saga, ni sobre los motivos que llevaron a J.K. Rowling a escribir los 7 libros, (que por cierto, existe ya una película sobre la vida de la escritora), y muchísima información sobre la historia en sí. Hasta pueden consultar la página oficial para fans “Pottermore”, por si se quedaron con ganas de más.
No, relataré los motivos que me han llevado a amar la saga. Aunque todos se desprenderán de uno.
Son personalidades bastante trabajadas, los personajes no son del todo buenos, ni del todo malos. Eso me enamoró.
Draco Malfoy es valiente. A pesar de ya haberse convertido en mortífago, decide no delatar a Harry Potter.
Dumbledore, es egoísta, ambiciona el poder más que nada en el mundo, expone la vida de su hermana Ariana.
Voldemort, es leal a sus seguidores, intentó cumplir la promesa que le hizo a Snape, de no matar a Lily Potter. Además de que la vida que le tocó a Tom, no fue nada agradable, violencia, rechazo y malos tratos lo persiguieron desde antes de nacer.
Severus Snape, también vivió una infancia difícil, con un padre alcohólico y violento, pobreza y represión, provocaron en Snape un comportamiento introvertido y egoísta, parcialmente. Sin embargo se enamoró de Lily Potter, y cuidó a Harry Potter porque sabía que era lo correcto.
James Potter, era un joven orgulloso, egocéntrico y presumido, que gustaba de hacer bullying a Snape, entre otras cosas, sin embargo, salvó a Snape de un ataque de Lupin (convertido en hombre lobo). Y se enamoró de Lily Potter, dando todo por su familia.
Remus Lupin, es el reflejo de la discriminación hacia las personas diferentes, aludiendo en nuestro mundo a personas con enfermedades como el SIDA y discapacidades. Podría decir que sus amigos, los merodeadores no lo vieron como una carga, siempre estuvieron a su lado para apoyarlo en lo que respectaba a su condición. Socialmente era rechazado.
Existe el esclavismo aceptado legalmente, los elfos domésticos son prueba de ello.
Harry Potter era orgulloso, vanidoso, soberbio por creerse el elegido, y a decir verdad no era inteligente, siempre tuvo ayuda de los demás. Pero era valiente.
El mundo mágico no era una utopía realmente, el ministerio de magia tiene el control de todo, la magia que se realiza, los eventos, los medios de comunicación… En fin, todo. Si se hace algo sin informar al ministerio, es cuestionar al ministerio. Era un delito. Sin mencionar que, existe la pena de muerte.
Los tíos de Harry Potter, a pesar de ser muy groseros con él, lo cuidaban, y al final, su primo se despide cordialmente de él. Eran su familia, a pesar de la dinámica.
Ronald Weasley, tuvo envidia de su mejor amigo, y no creyó en él, en varias ocasiones, haciéndolo notar muchísimo.
¿A qué quiero llegar con estos puntos?
Lo únicamente “bueno” y lo únicamente “malo”, en una persona, no existen. La mayoría de los seres humanos, por no decir todos, nos hallamos a la mitad, a veces más de un lado y a veces más del otro, dependiendo de las situaciones que delimite nuestras vidas.
Me gusta Harry Potter porque es “real”. Tenemos ahora la opción de dejar atrás la aspiración a no tener defectos morales, además del temor a equivocarnos, así como el anhelo de seguir a un personaje de epopeya, a un arquetipo, que al final no existe. Los héroes han cambiado y se encuentran más cercanos, con más esencia, más nuestros.
“Son nuestras elecciones, Harry, las que muestran lo que somos, mucho más que nuestras habilidades”.
Albus Dumbledore.
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