Con una base de jugadores americanistas, la selección mexicana goleó 5-1 a la selección de Nueva Zelanda.
Un partido planteado para ganar, con un rival que no dio mucha pelea, la selección mexicana gana el primer partido del repechaje. Se jugó bien, se tuvo dominio del balón y se propuso un juego inteligente, dinámico y agresivo al frente. El primer gol lo anotó Paul Aguilar, que de un rechazo prendió el balón para abrir el marcador, después vendría Raúl Jiménez en una jugada de tiro de esquina; Oribe Peralta haría lo suyo con dos goles a pases exactos de Layún y para cerrar el marcador el capitán mexicano Rafa Márquez anotaría.
Una selección que se ve motivada y donde se ve la mano de Herrera en cada línea. Los jugadores han entendido la dinámica y la forma de juego del Piojo, aquellos que no habían sido dirigidos por él se han acoplado y han rendido en la cancha.
El más constante durante todo el proceso de eliminatoria ha sido Oribe Peralta; este jugador de Santos ha demostrado su buen juego y el gran nivel que tiene. Con goles en los momentos más importantes, dando la cara y luchando cada balón, este jugador es de los pocos que se salva de la mala racha de la selección.
En este partido, se presentaron cosas buenas, un medio campo sólido y unos laterales que recorrieron la cancha, una defensa que aunque mostró algunas distracciones, sacó el partido y una delantera que buscó el gol en cada oportunidad, aunque la puntería no fue tan fina. Raúl Jiménez tuvo algunas oportunidades a gol que desperdició al igual que Peralta.
Aunque se lleva una gran ventaja a Nueva Zelanda es importante no echar las campanas al vuelo, ya que vimos que un único error que tuvo la selección los neozelandeses no lo perdonaron; ahora la selección mexicana tiene que ir a proponer para ganar su pase al mundial y corregir la pésima eliminatoria que se tuvo.
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