No es que tengas que ser mujer ni guapa para gustar de estas historias, es que sus protagonistas lo son. Aquí están tres recomendaciones de mangas donde las niñas bonitas llevan la batuta:
El Espejo – Kazuo Umezu Kazuo Umezu es un japonés con alma de latino, escribe culebrones dignos de Telemundo. Si al canal le interesa transmitir telenovelas de horror, seguramente él sería el guionista. El Espejo es la historia de Emi, la niña bonita que creció admirando su reflejo.
Conforme pasaron los años, no sólo su belleza aumentó, también su narcisismo, a tal grado que ya no era solo ella la que se observaba en el espejo, comenzó a sentir la mirada de una presencia paranormal. ¡Detrás del espejo vivía una usurpadora! La otra apareció para bajarle el novio, robar su popularidad, reemplazarla en su familia. Expresado de una forma más melodramática: llegó a su vida para convertirla en un infierno. ¿Qué clase de telenovela no incluye un accidente automovilístico, un intento de asesinato a la protagonista y un novio en coma en el hospital? El melodrama es entretenido pero lo que hace magistral (y terrorífica) la historia es la mezcla entre realidad y ficción que Emi experimente al cobrar vida su reflejo . Lo más horrible no es la pérdida de identidad, sino que gracias a eso vive la peor tragedia que puede sucederle a una mujer, bonita o no: vivir en una crisis de fealdad permanente. Corre a comprar el libro aquí.
Tomie – Junji Ito La belleza de Tomie más que una virtud es un tormento. Su beldad vuelve locos a los hombres, matan y mueren por ella, literalmente. Decapitarla o descuartizarla son las opciones de sus enamorados. Nadie se explica cómo no es posible resistir el deseo no solo de tenerla sino de destruirla. Pero lo más extraño no es eso, sino que ella siempre revive y en ocasiones lo hace por partida doble, o triple o al infinito: hay un montón de Tomies poblando la Tierra, obsesionado a los hombres y llenando de envidia a las mujeres. En cada capítulo, Junji Ito va revelando un aspecto diferente de la vida de la chica. Lo cual vuelve adictivo al manga pues siempre ocurre algo nuevo, algunas historias tienen conexión con otras y el lector puede unirlas para sacar conclusiones. Hay personajes recurrentes y aunque es sabido que Tomie siempre va a terminar partida en pedacitos, la manera en la que va suceder no es predecible. Ito ilustra paso por paso cada muerte, no omite detalles, toda la sangre está ahí pero no causa asco sino horror. No solamente sugiere con el texto que la protagonista es un ser de otro mundo, lo dibuja tal cual: vemos a un monstruo de múltiples cabezas o a un ejército de Tomies fantasmas. Puedes leer aquí aquí el cómic. Soy un Piano – Nakamura Asumiko Nota: Se aconseja escuchar Gran Polonesa Brillante Op. 22 de Chopin al leer este manga En 8 hojas, se nos cuenta la historia de la vida de un piano, cómo va de lugar en lugar y de concertista en concertista. Por supuesto que a nadie le interesaría ver un instrumento musical siendo transportado de un auditorio a un bar y luego a escuela. Pero cuando en vez de la imagen de un piano lo que aparece es una linda Lolita victoriana, la cosas cambian. La protagonista del cómic es más que simplemente bonita, es kawaii: adorable, tierna. La narración sucede en tiempos de guerra, hay soldados, salones de fiesta y música clásica, era de esperarse que a la par de ellos existiera una historia de amor. Si quieres leer un cómic que te haga decir ‘aww’ en cada cuadro, haz click aquí.
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