La semana pasada vi una película que llamó demasiado mi atención, pero no fueron los efectos especiales, ni los actores que participaron en ella, de hecho se trata de una película grabada en blanco y negro y después coloreada monocromáticamente en el laboratorio usando tonos azules y sepia. Su nombre es Tuvalù (Veit Helmer 1999, Alemania) y la historia consta de una comedia de estilo onírico (referente a los sueños) en la que un joven llamado Anton, aprendiz de monitor de natación, mantiene la ilusión de su padre ciego de que la piscina siga cuidada y con clientes. El mayor sueño de Anton es navegar por el mar rumbo a la isla de Tuvalù, sueño que comparte con Eva, una bella y traviesa muchacha a la que le gusta la rara forma de ser de Anton y es una de las pocas clientas de la piscina. El fallecimiento del padre de Eva en la piscina al caerle un trozo de techo les impide salir al mar con el remolcador de Eva. El culpable de lo sucedido no es otro que Gregor, el hermano de Anton, cuyo objetivo es destruir la piscina, y de paso toda la ciudad, para reemplazarla por una nueva ciudad futurista. Anton tiene difícil la labor de salvar la piscina y mantenerla abierta, pero todo resultaría soportable si al menos se ganara el corazón de Eva. Después, Anton se ve envuelto en serios aprietos cuando llega el inspector y se ve obligado a arreglar el establecimiento para que no lo cierren ya que se encuentra en pésimas condiciones, se pone a trabajar y con ayuda de los clientes logra salir adelante hasta que su loco hermano pierde por completo la cabeza y derrumba el lugar, pero él consigue escaparse junto con Eva y se van en busca de Tuvalù con el mapa que le dejó su padre.
Como ven, se trata de una historia sencilla. Lo espectacular de este largometraje es que es completamente mudo y la forma en que se dan a entender los mensajes a través de música, símbolos y sonidos es maravillosa. Nos embarcamos en los sueños, fantasías y ambiciones de los excéntricos personajes valiéndonos de simples imágenes que nos cuentan toda una historia de una forma muy peculiar y demostrando la capacidad visual que el cine puede tener.
El guión fue realizado por el propio director en colaboración con la escritora Michaela Beck. La música estuvo a cargo del bosnio Goran Bregovic y Jürgen Knieper. Está protagonizada por Denis Lavant, Chulpan Khamatova y E.J. Callahan y ha sido una película aclamada en varios Festivales de cine europeos consiguiendo numerosos premios.
Realmente yo recomiendo esta película a todas esas personas que disfrutan de las historias llenas de fantasía, humor negro y un estilo a la Charles Chaplin.
Les dejo dos fragmentos, uno en la parte superior del post, y otro, a continuación…
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Val Anzaldo
Me encanta esta película. Es definitivamente de mi top. "Ambulance!" haha.
Bitacoras.com
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makuh
se ve buena la pelicula la vere ^^