Datos del libro:
Título: “Entrega insensata. Cartas a la deriva”.
Autor: Xavier Velasco.
Editorial: Editorial Océano.
Número de páginas: 165.
Año: 2018.
Este año Xavier Velasco nos regala una serie de cartas con varios destinatarios que nos hará disfrutar y ver de distinta forma a algunos de ellos.
Estas cartas salen de la columna semanal que tiene el autor en el diario Milenio, que ahora se reúnen en este libro. Por este motivo varias de ellas ya las había leído en algún momento, pero hubo muchas más que me sorprendieron. Las cartas están dividas en cinco secciones para regalarnos 25 textos increíbles.
Hubo muchas cartas que me hicieron pensar y replantearme muchas situaciones
En cuanto tuve este libro en mis manos lo devoré y lo disfruté tanto que releí varias de las cartas que me hicieron reír o llorar en la primera lectura del libro. En lo personal, tenía una idea o creía que iba a abordar los temas o personajes de cierta forma, pero Xavier Velasco siempre sabe como sorprenderme. Muchas de ellas no tenían nada que ver con mi idea preconcebida de lo que creí que iban a tratar. En cada una vemos una parte del escritor que nos hacen acercarnos a él.
Hubo muchas cartas que me hicieron pensar y replantearme muchas situaciones, como la forma de ver a personas que admiro, que tal vez nunca me puse realmente a pensar la situación tal cual. Hubo otras cartas que me llegaron e hicieron que una parte de mi se vulnerara; las cartas dedicadas a su abuela, sus padres, su madre, sus perros y sus vicios lograron mover muchos sentimientos en mi e incluso en algunas tuve que hacer una pausa para dejar salir lo que sentía. Xavier Velasco tiene esa magia, ese toque tan único: logra conectarse con los sentimientos (que muchas veces hacemos como que no existen o tratamos de ocultar) y él, con sus palabras, logra que salgan en todo su esplendor.
Hubo cartas que también me hicieron reír y ver a ciertos personajes de otra forma; como la carta a Xavier López Chabelo, figura emblemática de la infancia de muchos mexicanos o la dirigida a Manu Chao. Verlos a través de los ojos del autor cambió un poco mi percepción de ambos.
Disfruté cada uno de estos textos, pero mis favoritos fueron Palabra de heredero, la carta que le escribe a su abuela y A la orilla del andén, que le escribe a su perro, Boris. Ambas cartas me hicieron recordar la partida, lo que fueron y lo que dejaron mis abuelos y mi perrita Pelusa.
Los invito a leer este libro y a dejarse llevar por las cartas que dejan al descubierto un poco al autor y a quienes las interceptamos.
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