He visto más, inclusive muchos más, pero ninguno como los tuyos; tus lunares. Toda la pasión del mundo reunida en un sólo lugar: nuestro colchón. Tengo miedo de que no
Se disponía a decir “Vengo de parte de Fulano”, pero vio una cara de tan pocos amigos que, antes de tomar asiento, se incorporó, se puso el sombrero y dijo,