A pesar de que Uber está en una muy buena posición en México, hay países en los que el aumento del uso de este servicio ha comenzado a representar algún tipo de peligro. Ya sea porque se han dado casos de acoso, o porque muchas veces, los conductores llegan a pasar momentos los cuales no son agradables para ellos, como recoger a algún tipo con mucho alcohol encima, lo cual hace pensar dos veces a mujeres que tienen ganas de ser parte de Uber en entrar a brindar ese servicio.
O al menos eso es lo que nos cuenta Michael Pelletz, fundador de Chariot for Women, una empresa similar a uber, la cual está por lanzarse en Boston y está enfocada completamente en las mujeres. Ya sea por la búsqueda de socias, las cuales quieran ser socias con su auto al estilo Uber, o por su restricción de pasajeros, la cual está enfocada en brindar servicio solamente a mujeres y niños.
La idea nace después de que Michael vivió una mala experiencia mientras conducía su uber y un pasajero al parecer con algún tipo de intoxicación, comenzó a murmurar incoherencias, retorcerse e intentar alcanzar su bolsillo antes de desmayarse. Michael nos relata cómo se acercó a un policía a pedir ayuda y comenzó inmediatamente a pensar en qué habría pasado si su esposa (quien le había comentado que tenía ganas de convertirse en socio uber) hubiera sido quien manejara.
A partir de aquí, Michael nos cuenta cómo comenzó a pensar en un servicio el cual brindara seguridad a las conductoras y a sus clientes. Reduciendo el servicio a únicamente transporte de mujeres y niños, para de esta forma evitar algún tipo de problema a las conductoras y al mismo tiempo, reduciendo el número de viajes en la noche y los peligros de estos.
Además del enfoque exclusivo en mujeres, Chariot for Women refuerza su compromiso con estas, al manejar una donación del 2% del costo total del viaje a alguna fundación enfocada en ayudar y/o empoderar a las mujeres.
No cabe duda que es una idea interesante a la cual darle seguimiento. Podría ser que en un par de meses alguien la quisiera traer a un país como México, el cual está catalogado como el primer lugar en violencia sexual en el mundo.
¿A ustedes les gustaría ver algo similar en México?
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