Hace una semana aproximadamente se cumplieron diez años desde que una película le dio un giro de 360° al cine mexicano. El 16 de Junio del 2000 “Amores Perros” fue estrenada, después de eso el cine mexicano no volvió a ser igual. Después de esa película la mayoría de las películas buscaban una forma de “retratar la actualidad en México” y se olvidaron que cuando entras al cine es para divertirte principalmente, no para recordar lo que vives día con día, y esto no sería un problema, si no se hubieran estancado con esta fórmula en prácticamente 4 de cada 5 películas. La “fórmula” fue exitosa los primeros años, pero después de esto, se tornó demasiado aburrido ver la misma historia desarrollada en locaciones distintas. Lo único destacable de esto, es que las casas de producción cinematográficas se volvieron fans de las participaciones en festivales internacionales y no les ha ido mal. Lo malo, los festivales no pagan la distribución o la producción de las películas y tampoco aseguran un éxito rotundo en territorio nacional.
Al día de hoy, la empresa cinematográfica en México no solamente está rezagada en historias para concursar en festivales, sino también enfrenta una economía la cual no está para sustentar cine el cual su principal objetivo no es entretener a la audiencia, y es que si nos ponemos a pensar en el costo de los boletos, frente a la calidad de entretenimiento que recibiremos, al final terminamos escogiendo una película que nos brinde más por lo que pagamos. No por nada hay más gente en la sala de una película “churro” estadounidense que en la sala de una película mexicana. El problema no es este, sino que las casas productoras se quejan de la poca afluencia en las exhibiciones de sus películas en lugar de buscar historias que realmente te hagan salir corriendo a ver cuando se estrena la película de la que acabas de ver el trailer. Para ser honestos, cuando una historia es buena, no es mucha excusa el costo para ir a verla, y muestra de esto es Toy Story 3, esta semana fui a verla en Lunes, según yo para no encontrar tanta gente en la sala y poder disfrutarla sin ningún problema. Mi sorpresa fue enorme al encontrar incluso una fila con bastantes personas para comprar el boleto, y más aún cuando encontré que la gente ya estaba formada para entrar a la sala a aproximadamente 40 minutos de que empezara la película y la fila era aún más grande que la de taquillas. Lo que fue aún más sorprendente y demuestra que el precio no es un gran inconveniente al momento de ir a ver una película, es que esa era la proyección en 3D, la cual tenía un costo de 70 pesos por persona y no entraba en ningún tipo de promoción existente en el cine.
Si añadido a esta falta de creatividad, exceso de prostitución de festival y baja economía, añadimos una mala distribución o una negatividad por parte de las salas de cine hacía películas sin actores conocido, estaremos viendo al cine mexicano hundido varios años más, y es que para ejemplo de esto, podemos ver lo que pasó con la película ” 3:19 Nada es casualidad” del director mexicano Dany Saadia, la cual estuvo únicamente una semana (Aunque creo que ni siquiera fue ese tiempo) en exhibición, y cuando estuvo en exposición en línea dentro de prodigy Msn, en una semana alcanzó las 100 mil reproducciones, de las cuales 39 mil se lograron en sus primeras 24 horas de lanzamiento. La pregunta obligatoria sería ¿Cuántas películas con temática trillada de festival han alcanzado este número? Si, la exhibición fue totalmente gratuita, pero gratuito no significa necesariamente bueno o de una excelente calidad, sin embargo, la diferencia entre una exhibición en línea y una tradicional, es que el número de reproducciones es medible, así como la cantidad de veces que la película fue detenida antes de terminar, y hasta donde yo se, ese número de reproducciones logradas tan solo en la primer semana es un número de exhibiciones completas. Si más de 100 mil personas han visto tu película completa, no debe de ser malo ¿No?
Creo que es un buen momento para explotar medios electrónicos y presencia en línea para demostrar que el cine en México va más allá de “Los Bichir”, Diego Luna, Gael García y Alejandro González Iñárritu. Y no lo tomen a mal, no es que sean malos en lo que hacen principalmente, sino que hay más personas haciendo cine, y por el hecho de no ser ellos, no se les da la importancia que deberían tener.
¿O ustedes qué piensan? ¿Deberíamos como espectadores seguir esperando producciones con las mismas temáticas, directores y actores o empezar a pedir más calidad por lo que desembolsamos? Espero sus comentarios, ya sea aquí, en mi twitter o en el twitter oficial de colission.
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