Nombre: Clases de chapín.
Autor: Eduardo Halfón
Editorial: Fulgencio Pimentel.
Año: 2017.
Número de páginas: 169.
Lo puedes encontrar en: Amazon, El Péndulo.
Este libro consta de 12 cuentos que nos muestran, a través de ellos, lo que se vive o vivió en Guatemala pero que se puede transportar a cualquier lugar.
El autor tiene una forma de contarte las cosas que parece que no tiene relevancia o que lo que tú crees que será la trama del cuento al final no tiene nada que ver.
Al inicio me costó trabajo identificar la forma de escribir de Eduardo Halfón, pero conforme avancé me di cuenta cual era su finalidad. Vemos de manera tangencial la violencia o los problemas que se viven en el país, pero lo entiendo como la forma en que él lo vivió. Nos plasma desde su perspectiva y de una forma inocente, diferentes momento o situaciones: robo de mujeres, violación, enfrentamiento por guerras, terremotos, desaparición de personas, los ecos de la Segunda Guerra Mundial, entre otros.
Cada cuento te va a dejar con dudas, indignación o coraje, pero no te será indiferente.
Cuentos como Mucho macho logran describirte su situación y la de su país, también te va llevando por el paisaje y el clima del lugar de tal forma que terminas sintiendo como te asfixia. O Corazón, no moleste donde podemos ver de manera muy clara la forma de escribir del autor. Inicia contándonos sobre un problema que se vive en su país en ese momento y aunque todo parece indicar que esa será la trama, al final cambia por algo muy vano y sin relevancia. Logramos ver como esa inocencia de un niño puede hacer que no veamos situaciones tan difíciles que se están viviendo. Mis favoritos fueron Muñequita y Clases de dibujo. Ambos son muy diferentes. El primero habla de una niña que va pasando ciertas cosas; la forma en que narra la historia me gustó porque no te dice directo todo, va dando la idea para que lo imagines. Mientras Clases de dibujo nos cuenta un encuentro con una mujer en un restaurante; lo que más me gustó fue la forma en que va describiendo el lugar y te va llevando con él en la historia, se puede sentir la nostalgia.
Debo hacer mención a la edición tan bien cuidada y tan bonita que tiene. Es un libro en pasta dura, impresa en tela que la hace ver muy linda.
Es un libro que recomendaría, pero les diría que le tuvieran paciencia, ya que en algún punto parece que los cuentos no tienen sentido, pero les aseguro que conforme pasen van a ir entendiendo el sentido de cada uno.
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