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Imagina que no hay cielo

«Perseguir al verdadero olvido hasta el último rincón del planeta ya que era incapaz de conquistarlo ahí. Porque le resultaba tan difícil decir una simple palabra a una sola persona en el mundo, que lo mejor sería empeñarse en olvidar, tanto a la persona como a la palabra. Para siempre. Que al fin su “siempre” seguramente serían sólo unos cuantos años más. »

La familia Oroprieto Laguna está compuesta por una serie de personajes muy particulares. Los hijos tienen un serio problema con la mamá que poco a poco los dejó de apoyar porque no seguían sus reglas (sobretodo aquellas que tienen que ver con la religión), es por eso que no se tientan el corazón para hacerle un fraude al encontrar al doble del papa Juan Pablo II. Todo comienza con esto y a lo largo de la historia se verá como terminará todo e iremos conociéndolos un poco más a través de lo que hablarán sobre su pasado y su presente.

Este libro llegó a mi gracias a Editorial Océano desde hace un tiempo, pero por alguna extraña razón no le había dado una oportunidad. Y no sé ustedes, pero yo creo que un libro llega y se lee en el momento que tiene que ser para que lo puedas disfrutar completamente; eso me pasó con esta historia. Leerlo durante la cuarentena ha sido un gran acierto, pues me ha hecho reír  muchísimo en estos tiempos un poco complicados. Y aunque es cierto que hay partes donde te desesperas con los personajes por ciertas cosas que hacen, al final te van a sacar una risa por todo lo que pasan. Los miembros de la familia Oroprieto Laguna pasaron muchas veces de ser personajes que amara a aquellos que me caían muy mal o que me parecían muy desesperantes. Justo ahí radica el encanto de la historia, pues mostrarte distintas facetas de cada uno hace que lo sientas más cercanos.

Me encantó reecontrarme con este tipo de historias del autor, donde las risas son parte esencial de las historias y aunque muchas veces parece algo sumamente irreal lo que viven, te la crees por completo porque la misma historia te da para imaginarte eso. Todo es de repente sumamente absurdo, pero eso hace que la historia sea tan buena. Imagínate encontrarte en la calle con el doble de un Papa, que las cosas llegaran hasta el punto que llegan y a parte terminen como lo hacen, solamente algo irreal podría lograr eso y aún así te hace sentir como si en realidad en un pueblito de San Luis Potosí hubiera pasado eso.

Los personajes mantienen su esencia y están muy bien estructurados, todos responden como deberían de hacerlo y eso me gustó mucho. Gracias a esas diferencias que tienen entre sí es que hacen la historia tan enriquecedora y que hacen que se disfrute tanto. Cada uno pone de su esencia para que la historia llegue a donde llegó. Los hermanos son mis favoritos porque es tan fácil que les pasen cosas malas y eso me hacía morir de la risa, ya que incluso ellos mismos lo provocaban y terminaban sufriendo las consecuencias. Mi favorito fue Jocoque porque no podía parar de reír cada que le pasaba algo y siempre era por alguna tontería que se le ocurría, iniciando por su idea de lo del Papa falso; todo lo que le pasa a lo largo de la historia se me hizo tan congruente con el personaje que ya solo esperaba ver que nueva cosa iba a hacer y como lo iba a llevar. Leslie es otro personaje que me encantó, pero ella por todo lo que hace por su familia y su papá, esa unión que tienen que la lleva a cometer una que otra fechoría.

Y aunque parece que es un libro donde solo te la pasarás riendo o haciendo un coraje por las cosas que hacen los personajes, tenemos dos en especial que harán muy buenas reflexiones sobre la vida: el Papa falso y Mamá Oralia. Dos personas que han estado solos por mucho tiempo y que traen cargando penas muy grandes que nunca han podido olvidar y por lo que los han llevado al punto en el que están. Cada uno va entendiendo su vida y teniendo una serie de ideas que los ayudan a entenderse. En tiempos de coronavirus muchas de esas reflexiones lograron hacer mella en mi y me pusieron a pensar en ciertas acciones. Me gustó mucho ver la soledad que tienen y por qué llegaron a ese punto; en realidad no pensaba que me iba a encontrar con algo así en la historia y fue un gran acierto para mi porque eran esa parte del libro donde todo lo demás tenía sentido.

Disfruté que el autor fuera revelando poco a poco la vida de cada uno. Los brincos al pasado y al presente me mantuvieron atenta, también la forma en que se van dando hace que puedas ir entendiendo cada reacción de ellos en el presente e ir descifrando lo que les pasó. Hubo un personaje que en lo personal pensé que no iba a salir en ninguna parte de la historia y cuando hace su aparición no encontraba el sentido real y creo que ahí es donde más me gustó este salto en el tiempo porque todo quedó muy claro con él y la razón por la que estaba apareciendo.

He leído ya varios libros de Antonio Malpica y algo que me gusta es que siempre me deja algo en que pensar o que sus historias se quedan en mi de tal forma que aunque pase el tiempo, yo sigo teniéndole un cariño especial a los personajes. Este libro no fue la excepción, pues me quedo con muchas reflexiones y ahora que terminé el libro extraño a la familia Oroprieto Laguna.

Si no te has acercado a la forma de escribir de este autor, te invito a que lo hagas con este libro porque estoy segura que te atrapará. Si te animas a leerlo no olvides dejarnos tus comentarios en las redes sociales para que podamos comentarlo.

Nos leemos pronto.

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